domingo, 6 de octubre de 2013

Papel de lija, Canciones, Hambre

Confié en tu nombre y no eras tu nombre. Siempre adoré tu nombre. Hablás papel de lija, decodifico canciones. Hambre. Hambre. Tu piel manteca es la perdición, qué extraño todo; soy de Marte pero me adapto a estos pagos. Me volví permeable, lejanos terrícolas. Tan sólo soy una más aprendiendo los pasos de un baile bobo, tratando de quererlos como son. Cedo, me importás poco, poquísimo y sigo cediendo hasta tu piel hecha aceite y la chupo y no sabe como se veía. Los huesos se me entumecen cuando duermo, defensa que los guardianes miniatura ordenan para salvarme ante posibles espasmos, y me despierto extraña, pero el dolor se va rápido. Papel de lija canciones hambre. Por qué no puedo hacer como ellos que intercambian cosas gustosamente, por qué me esmero en penetrar en la ciénaga que hay en tu tórax, oda a una verdad retorcida. No me interesa el olor de las flores de aquí ni las cosas que ustedes, terrícolas, llaman reales. Será mejor volver a casa donde me esperan varios como yo, tal vez podamos hacer un fuego y quemar viejos valores bajo la luz de la luna.

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