viernes, 18 de julio de 2014

Hipotexto

"Atronan mis palabras con el rugido de cientos de leones-miniatura que habitan en mi laringe. Son palabras que te dedico". -Le dijo el hipocampo a la estrella de mar.

La estrella de mar, desde el océano profundo, donde ninguna luna llega y donde las palabras se pierden en burbujas que terminan en el estómago de algún cetáceo, se movió un poquito y procedió a seguir permaneciendo, imaginando que en una vida transoceánica un hipocampo y una estrella de mar podrían comprenderse y tomar el té.

El último pensamiento desde la ventana del avión


Colchón de nubes sostienen
ráfagas de viento, un ave feroz herida
Te buscamos rendida, con tus alas partidas
Mientras aves más pequeñas, desplomadas
se expanden por los cielos con violencia
sin entender por qué el camino se volvió furioso
Pájaros enjaulados, finalmente libres mueren.