miércoles, 16 de octubre de 2013

Verosímil

La seguridad de lo conocido. La voluntad de querer saber. El miedo a todo eso que nos es desconocido. La voracidad y la urgencia de conocer antes que abrazar. La memoria como parámetro de lo conocido. Tu memoria incolora: eco infinito de la nada misma.
Mis ojos que te miran y no captan. El miedo de amar lo desconocido.Y con vos temen todos mis sentidos. Decir adiós a tiempo. Nunca es a tiempo cuando escribo, reconstruyo con palabras, descifro. Nunca es a tiempo y ya sos un registro. Quién sos. 
La ficción, eficaz por excelencia, no tiene compromiso con la verdad. La felicidad es poder percibirse sin horror.

miércoles, 9 de octubre de 2013

Bichos de luz

Trapos viejos
Sangre fría
Aguaceros
Mar de día

Un verano
Salvavidas
Fuego en nuestra casa

Vos dejándote manejar
Vos queriendo llegar

Ropa nueva, evidencias que
Mueren con astucia

Papá y mamá llegan
Los muebles están bien,
Los muebles están bien

Vos sin saber manejar
Vos queriendo siempre llegar

Bicho palo
Panza de nervios
Truenos secos
Buscaminas

Trapos viejos
Sangre fria
Aguaceros
Mar de día

Pasto rancio
Tus botines
Y ocho años
De por vida.

domingo, 6 de octubre de 2013

Papel de lija, Canciones, Hambre

Confié en tu nombre y no eras tu nombre. Siempre adoré tu nombre. Hablás papel de lija, decodifico canciones. Hambre. Hambre. Tu piel manteca es la perdición, qué extraño todo; soy de Marte pero me adapto a estos pagos. Me volví permeable, lejanos terrícolas. Tan sólo soy una más aprendiendo los pasos de un baile bobo, tratando de quererlos como son. Cedo, me importás poco, poquísimo y sigo cediendo hasta tu piel hecha aceite y la chupo y no sabe como se veía. Los huesos se me entumecen cuando duermo, defensa que los guardianes miniatura ordenan para salvarme ante posibles espasmos, y me despierto extraña, pero el dolor se va rápido. Papel de lija canciones hambre. Por qué no puedo hacer como ellos que intercambian cosas gustosamente, por qué me esmero en penetrar en la ciénaga que hay en tu tórax, oda a una verdad retorcida. No me interesa el olor de las flores de aquí ni las cosas que ustedes, terrícolas, llaman reales. Será mejor volver a casa donde me esperan varios como yo, tal vez podamos hacer un fuego y quemar viejos valores bajo la luz de la luna.