martes, 27 de abril de 2010

extrañas

cuando me regaló ese chocolate que me gustaba tanto que costaba, puff, lo mismo que el casette de los grandes éxitos de roxette, le dije que mi mamá no me dejaba aceptar cosas de extraños. me dijo que no era una extraña, que era mi compañera de tercero B, pero yo le dije que mis amigos eran solamente los del A, o sea que ella, para mi era una extraña. me dijo que le encanta como me hago la colita de pelo, ni muy baja ni muy alta. siempre fui talentosa peinándome, no dejo que nadie me pase el peine, me duele mucho y la gente grande no sabe hacer buenas colitas. solo saben hacer bien las milanesas. mirándola bien me acordé de que ella en los recreos era la más genia con el elástico, una vez quise estar en su grupo y no me dejó, pero seguro que no se acuerda, mejor ni le digo, a ver si se arrepiente del chocolate, que igual no puedo aceptar.
la profesora de música no llegaba, estábamos el A y el B juntos solamente en esa clase. si no venía zafábamos de cantar a tres voces marinerito soy, navego sin cesar (..) nos quedamos hablando todo el módulo porque al final la profe nunca vino, igual venía una supervisora a callarnos cada cinco minutos y como tarea teníamos que redactar una carilla de un poema o una canción que se nos ocurriera.
el chocolate estaba ahora en el bolsillo de su guardapolvo, vi cómo, despacito, se lo iba guardando mientras yo pensaba en la vez del elástico. se dio cuenta! se acordó de quién era yo, esa a quien una vez rechazó para jugar al elástico de las talentosas. debe ser que pensé muy alto, una vez escuché que la telepatía existía, y los ovnis también. hay que pensar más bajito, con prudencia.
me preguntó si se me había ocurrido algo para escribir, le dije que no, pero que escribiría una canción. ella me dijo: te juego a ponerle mi nombre a lo que vos escribas y el tuyo a lo que yo escriba. le dije: dale! después me arrepentí. quién era esta extraña que iba a escribir por mí? estoy haciendo esto por un chocolate?
al final ella escribió algo muy talentoso y me lo quedé. yo escribí una canción instrumental y se la toqué en la flauta dulce, me dijo que era re trucha pero que seguro iba a ser un hit. claramente ella tenía más talento que yo.
cuando la supervisora pidió la tarea no entregamos, yo no había hecho nada, es decir, ella, y lo que ella hizo me lo quedé yo porque era tan bueno que me lo merecía más que esa bruja. como castigo, tuvimos que quedarnos un rato más después de que la no-clase terminara. le dije que ahora podía dejar de ser una extraña oficialmente, me dijo que gracias. el chocolate estaba medio derretido, pero yo lo veía asomarse por su bolsillo manchado de tinta y lleno de tizas y otras porquerías e igual me tentaba un poco. hicimos pacto de amistad y le dije que podía venir a la tarde a mi casa. me dio el chocolate, hizo algo muy insólito y adulto. me lo guardó en mi bolsillo, como cuando los grandes te regalan plata cuando te portás bien. me pareció admirable y no me negué. me fui cantando mi nuevo hit de flauta dulce, con un chocolate y un relato de talentosa en el bolsillo.

domingo, 25 de abril de 2010

domenica

es domingo y el cerebro duele. y el corazón patalea. es domingo y lo domingo se impone en el aire con religiosidad y soberbia. dios no existe. te juro que dios existe, tengo una foto.
con un aire de quietud y vacío, me generaban nauseas en los mediodías diáfanos con olor a asado. en el auto, los mareos eran frecuentes. también el olor a sol y el calor en el tapizado de los asientos traseros eran angustiantemente tangibles y en varias oportunidades me obligaban a salir del auto, tomar aire y volver.
sin embargo, había excepciones. después de la siesta de los grandes venían los alfajores fabulandia y algunos australes para la alcancía. drásticamente la muerte pasaba a ser algo regocijantemente feliz. cuando el mediodía terminaba faltaba menos para volver, aunque a veces no quería volver.
los domingos que escapaban a esa rutina no escapaban de la sensación. las mismas contradicciones del día triste-feliz existen hoy, varios años después. la edad y el paso del tiempo son sólo cambios superficiales.

jueves, 22 de abril de 2010

[el tiempo libre es perjudicial para el olvido
qué desgarradora es la pérdida, qué triste lo inevitable]

martes, 20 de abril de 2010

ojos de perro

Ojos de perro. Sabe mentir. Pestañas cortas. Zapatos feos. Mira demás. Odiable a veces. Querible cuando ríe. Dientes pequeños. Ama los gatos. Lee poco. Escribe mucho. Piernas chuecas. Mal gusto. Olor a vainilla. Ropa floja. Pelo castaño. Lagañas. Coca sin hielo. Uñas comidas. Azul. Tarde de verano. Comida chatarra. Malos modales. Buena dicción. Tela de avión. Drogas malas. Silencio. Imperceptible. Pasos sigilosos. Patines. Gripe frecuente. Mala memoria. Abraza mucho. Ojos de perro.

enorme

menor menor menor menor menor menor menor menor menor menor menor menor menor menor menor menor menor menor menor menor menor menor menor menor menor menor menor menor menor menor menor menor menor menor menor menor menor menor menor menor menor menor menor menor menor menor enorme enorme enorme enorme enorme enorme enorme enorme enorme enorme enorme enorme enorme enorme enorme enorme enorme enorme enorme enorme enorme enorme enorme enorme enorme enorme enorme enorme enorme enorme enorme enorme enorme enorme enorme enorme enorme enorme.

domingo, 18 de abril de 2010

león gieco y los freaks

tengo un rato para pensar si quiero o mejor no.
me mostró la panza, me dijo que estaba más flaca, que había implementado una técnica para endurecer la panza mientras caminaba. a mi me pareció patético, pero le dije que le quedaba genial, ahora podía usar la remera celeste que compramos en avellaneda.
le conté de la vez que me confundí de sala en el cine y terminé viendo una película sobre chicos con discapacidades victimizados y tratados con condecendencia. león gieco y los freaks. nos reímos mucho. si mi mamá se enterara de que digo estas cosas...
dice que le parece bien que me haya vuelto a hablar con josefina, que me deje de enroscar. estoy bien, le digo. pero hay una carencia trascendental.
creo que nos comimos la docena de facturas entre las dos, porque cuando entró matías las toqueteó un rato pero al final no se comió ninguna, decía que iba a cenar con flor y tenía que guardar hambre. qué hambre, pensé, justo cuando dijo eso. qué hambre hacerte el lindo y hablar así, la camisa abierta te queda tan mal. es de esas personas que te da re-vergüenza ajena mirar y escuchar.
cuando se fue me sentí mas cómoda. volvimos a las medialunas, mi café con leche ya estaba tibio. odio el café con leche tibio. todavía faltaba un rato para ir a la casa de josefina.
me quedaría hablando con vos así para siempre. nunca le diría eso. me sentía tan cómoda.
en cambio con ella iba a ser diferente. veríamos alguna película de inteligentes que no entenderíamos, ella me hablaría de sus ex novios, y me contaría lo mucho que entendió la película. ese día prefería las medialunas, tal vez hasta ver una peli, pero con vos, y reirnos de león gieco y los freaks. ella me esperaba en su casa, dijo que me mandaría un mensaje o haría sonar mi celular (siempre me olvido de cambiarle el ringtone de shakira). son las siete. tengo un rato para pensar si quiero o mejor no.

uno reloaded

[sus sentimientos son tan intensos que no le queda más remedio que reprimirlos o verse abrumada por ellos]

a veces siento algo muy intentso con el escribir en sí. no, siempre.
necesidad de escribir (huir del escribir).
sale de mí, pero no me dan ganas de que sea algo sobre mí.
uno cuando habla de uno pierde la objetividad.
puesto en otro es diferente y las deformaciones son válidas.
cuando uno se relee ya no es más uno.
es un poco mentiroso.
es uno cargado y afectado por uno.

pensamientos abstractos, nada más.