miércoles, 26 de mayo de 2010

10 pm

le volcó el café sobre su camisa, hubiera querido sacársela.
muchas disculpas, enrojecimiento evidencial.
la película no empezaba y la pantalla en negro duró dos horas, cinco horas.
la oscuridad fue eterna y la tela del sillón áspera. le costaba encontrar una posición cómoda.
el café en su camisa se expandía con el frío del agua, transparencia malévola.
la película empezó y olvidó el acontecimiento, pero no pudo encontrar ninguna posición cómoda ni dejar de sentir la presencia de una mano frágil cerca suyo.

1 comentario:

  1. y asi comienza una historia de amor?...super apuesto en las que tienen comienzos embarrados...en este caso, encafetados! (?)

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